imagen: https://goo.gl/XywNhw
Siempre la expectativa del maestro dentro de su
dinámica de clase es poder abordar inquietudes, preocupaciones o hasta debates
sobre temas de la asignatura a más de otros aspectos que pueden surgir dentro
de la clase, como murmullos, pequeñas pláticas entre los estudiantes, etc.
Hoy en día uno de estos murmullos cobra cada vez más
fuerza en las aulas, levantándose como una voz que alerta al adulto y que
obnubila a los niños.
La fascinación por jugar Fortnite y sobre todo la
versión Battle Royale (la cual es gratuita) de la noche a la mañana es un tema
que genera algarabía, polémica, diálogos interminables entre los niños; este
videojuego con millones de usuarios gamer alrededor del mundo no solo que es un
éxito ente los video juegos tanto en consola como en línea; sino también que ha
generado preocupación en los padres y educadores surgiendo preguntas desde las más elementales como de qué se trata, hasta cuestionamientos y debates si es o no
pertinente que sus hijos jueguen fortnite.
Este juego
de acción de supervivencia se parece a lo que obtendrías si combinaras un juego
de construcción de sandbox como Minecraft con un juego de acción como Call of Duty. Todos estos no solo que coinciden en su
popularidad mediática, sino también en los excesos que generan en los niños por
permanecer dentro de estos juegos y realidad virtual horas interminables frente
a las Tics.
En términos generales
Fortnite, tiene como positivo o fortaleza que enseña al usuario en este caso a
los niños a saber trabajar en equipo, así como saber generar y crear
estrategias en de un juego (pensamiento estratégico y creatividad), genera
acciones de socialización e interacción en este caso usando el mundo virtual y
sentido de competitividad. Sin embargo no se puede excluir que lo negativo está
descrito en el contexto y trasfondo que es la violencia a través de este recurso de diversión tecnológica y los
componentes de hiper-estimulación, alto riesgo de exponer a nuestros hijos a
posibles perpetradores y violencia online entre pares y desconocidos
(cyberbulying) entre otros.
Pero, ¿Por qué a nuestros hijos les encanta Fortnite?
Este videojuego combina dos elementos claves
que influyen significativamente, el primero a nivel sensorial y el segundo
a nivel socio-afectivo; la ambientación virtual, la existencia de imágenes
caricaturescas, llamativas, vistosas, el sonido resonante y los efectos del
mismo, estimulan e hiper-estimulan a los
usuarios a nivel sensorial, saturándolos de información y generando un efecto “de
éxtasis” que los mantiene “enganchados y acelerados” en esa algarabía de
estímulos sensoriales; así como la modalidad del juego que permite al niño
jugar tanto solo como en equipo (dúo o escuadrón); generando el interés social de los pequeños a
una interacción tanto conocida como desconocida, ofreciendo un abanico de
interrelación social virtual.
Este riesgo existente dentro de lo vistoso y llamativo
del juego para los niños gira en torno a la trama e historia: supervivencia basada en ataques
sangrientos y agresivos, donde matar al otro por ser una amenaza es parte de la
estrategia de juego; retomando
que si el enganche principal era la interacción en vivo con otros jugadores,
esta violencia tiende a trasladarse a las salas de chat que ofrece el
video-juego donde a más de intercambiar estrategias, también se intercambian
comentarios ofensivos, agresivos, destructivos con otros usuarios sean estos
conocidos y más aun desconocidos, siendo una ventana abierta para los posibles
perpetradores (groomers) que buscan estos espacios para acosar o también otras
prácticas violentas que pueden erigirse como el cyberbullying a partir de esta
competencia; llegando a tornarse en
obsesiva, peligrosa y dañina .
Paralelo a esto hay algo que tanto padres como
educadores debemos estar alerta y es que
nuestros niños e hijos, juegan esto
como un suceso imperioso y verdadero, a pesar que el adulto y el entorno
refiera que es solo un juego; para nuestros pequeños usuarios no lo son; ya que
sus estadios evolutivos sobre todo desde la parte cognitiva y afectiva no siempre
le permitirán flexibilizar, discernir y entender que es una realidad virtual y
que esto no es real; de ahí radica la necesidad que los padres desde sus
hogares analicen con coherencia que tan pertinente e imperioso es que sus hijos tengan acceso a este tipo de
video-juegos y en caso de ya tenerlo y usarlo, la supervisión constante, el
asignar un horario establecido, activar
el control para evitar riesgos y peligros online, que minimicen y contrarresten
tener niños enchufados y enganchados en una
práctica de ocio poco saludable como parte de la rutina y hábitos dentro del entorno
familiar.
Es cierto que la generación de nuestros niños de hoy
en día es de los milenials, sin embargo,
los principios, valores y hábitos son los que le darán forma, seguridad,
carácter y permitirán un desarrollo integral de los niños. Fornite es una
alternativa de ocio tecnológico, basado en un mundo irreal virtual; es parte de
la moda mediática; como padres y
educadores es importante en casa y en las aulas de clase cuando existan estos
campanazos de alerta el detenernos permitirán no solo observar el por qué de
las cosas sino ir siempre más allá de lo visible, qué está pasando en el mundo
interno de nuestros niños e hijos.
Por eso no
olvidemos lo siguiente:
- Delimitemos las acciones de nuestros niños en pasos claves que son su rutina y hábitos.
- Remarcar que indistinto a que la web o el mundo externo refiera que si se puede jugar un video-juego, como adultos formadores; son los padres como ley amable y firme quienes determinan dentro de sus códigos de casa, cuando, cómo y bajo qué circunstancias se puede jugar o no un video-juego.
- Alternar otras opciones de ocio saludables a nuestros hijos que no solo recurran al mundo de la tecnología (celular, consolas, computador, Ipad, etc).
- Establecer en casa un horario para todo.
- El googlear con nuestros hijos cuando se muestren impositivos ante un requerimiento y exigencia de la necesidad del video-juego, analizar con ellos los pros y los contras y que sirva del argumento válido para consentir o no el uso del mismo.
- Recordar que el uso de las tecnologías como consolas, laptops, computador de escritorio más aun si tienen internet deben estar visibles al adulto.
- Mantener una comunicación constante con nuestros hijos, escucharlos atentamente para saber y conocer qué aspectos deben ser guiados y orientados desde el hogar.
Es tarea de todos, es tarea conjunta en formar y guiar
a nuestros niños.
Elaborado por: Vanessa
Huayamave - Psic. Reh. Educativa
Creo que la educación de los niños, las enseñanzas que les damos, con lo que juegan y, en definitiva su mundo exterior e interior es cosa de los adultos, el darles toda una serie de parámetros y limitaciones para que sean el día de mañana personas en mayúsculas. Nosotros, como padres y madres estamos en contra de los juegos de violencia y todo lo que no sea el respeto al prójimo en cualquiera de sus versiones y máxime con los juegos de rol donde parece que lo más importante es hacer daño al prójimo en vez de conseguir superar limitaciones, obstáculos que debería ser la parte fundamental de juego en los niños, paciencia, dedicación, constancia y buenas formas deberían ser el decálogo de enseñanza de los progenitores. gracias por compartir, un buen post. Echaré un vistazo al resto del blog, me ha parecido muy interesante el tema. saludos y buen fin de semana. Una mamá preocupada por sus hijos.
ResponderEliminares un buen juego recien vi un hack de un generador de pavos, y me anime un poco ya que lo hace algo mas facil
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