imagen: https://bit.ly/2w9ZVnj
Pese a los esfuerzos de los gobiernos y las diferentes organizaciones de la sociedad, los embarazos adolescentes no disminuyen, en el mejor de los casos se mantienen y en los peores, aumentan las cifras.
Se sostiene que el embarazo adolescente se debe a la falta de información y educación sexual; sin embargo vemos que existe suficiente información proveniente de múltiples fuentes y a pesar de ello, resultan ineficaces en relación a los logros alcanzados.
¿Por qué fracasan las acciones que promueven la transmisión de información como método de prevención para la disminución de embarazos en adolescentes?
Si seguimos enfocando el embarazo adolescente como un problema social que se resuelve con información y educación sexual sin tomar en cuenta el aspecto subjetivo del adolescente, las cifras no decaerán, al contrario, seguirán aumentando porque el inicio temprano de la vida sexual activa, responde a otras causas que no son la desinformación meramente.
¿Por qué si tienen la información no eligen evitar tener un hijo a edades que no están listas para ser madres?, ¿Qué impide la eficacia de la información en la prevención del embarazo adolescente?
La prevención no comienza en la adolescencia, ni siquiera cuando se inicia la escolarización de las niñas; la prevención comienza en la familia, cuando los padres construyen un hogar donde son un referente para comprender la función de cada uno; en el que el padre valora y reconoce a la mujer no sólo como madre de sus hijos sino como su compañera con los mismos derechos; entonces la niña se asumirá no sólo como sujeto de la maternidad sino como sujeto en otras dimensiones de su vida; que no se la valora exclusivamente por la procreación y la capacidad de dar a luz nuevas vidas sino que puede realizarse como mujer también en otros aspectos.
La prevención comienza cuando las niñas tienen desde la más tierna infancia un lugar en la familia, lugar de privilegio que provee amor, protección, valoración; no necesitarán en la adolescencia salir en busca del amor ausente en la familia.
La prevención comienza en la familia con padres capaces de proveer una educación sin extremos de permisividad, conservadurismo o represión; no necesitarán rebelarse, embarazándose, para ser reconocidas como sujetos de derechos, de afecto pero también de límites racionales.
La prevención del embarazo adolescente comienza en la familia reconociendo la subjetividad de las niñas, para apoyarlas a través de las distintas etapas evolutivas al desarrollo de sus talentos y habilidades; que sus sueños y deseos se plasmen en un proyecto de vida, en donde la maternidad sea una dimensión maravillosa cuando estén listas para vivirla, no antes ni después.
Elaborado por:
Psc. María Augusta Herrera
Psc. María Augusta Herrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario.