Recomendamos esta reseña, llegada por correo electrónico, de la
película “Nosotros los nobles”:
Damos todo a nuestros hijos y los dejamos sin nada.
Analizan expertos la formación que dan papás. La
cinta mexicana 'Nosotros los Nobles' refleja la realidad
social: chicos sobreprotegidos y sin obligaciones.
(5 abril 2013).-
Recién graduado de la
universidad, Marcelo ya tiene carro nuevo, no se preocupa por gastos de renta,
comida ni servicios, posee ropa de marca y los celulares más sofisticados. Lo
tiene todo sin preocupaciones ni exigencias laborales.
¿Cómo es esto posible?
Fácil. Tiene al mejor "jefe" del mundo: Un papá sobreprotector. Cada vez son más los
jóvenes que viven a expensas de sus padres sin buscar independizarse del todo y
sin reconocer el valor de ganarse las cosas a través del esfuerzo.
Esta realidad, aunque se
muestra de forma divertida en la película mexicana de reciente estreno
"Nosotros los Nobles", es una problemática que, de acuerdo con
expertos, sólo dará una generación de adultos inútiles y débiles.
"A los hijos no se
les está exigiendo nada y por eso es una generación del merecimiento",
señala la colombiana Ángela Marulanda, autora y educadora familiar,
entrevistada en Miami, vía telefónica.
"Son chicos súper
débiles: se traumatizan con todo, se deprimen con todo, se quieren suicidar por
todo, porque no saben luchar. Les quitamos la capacidad de postergar la
gratificación, trabajar duro y de luchar por lo que quieren por darles
demasiado".
'NOBLES' EN LA CASA
Situada en México,
"Nosotros los Nobles" cuenta la historia del empresario Germán Noble,
quien al darse cuenta de que sus tres hijos -Javi, Bárbara y Charlie-
llevan una vida inútil y vacía y han tomado malas decisiones, decide fingir la
quiebra de su empresa.
De esta manera, los deja
sin autos, celulares y tarjetas de crédito, los lleva a vivir a un vecindario
pobre y les pide hacer algo que no saben hacer: trabajar.
Con una recaudación de
25.9 millones de pesos en su semana de estreno, la cinta se perfila como la
película mexicana más exitosa del año. Pero más allá de lo económico, el filme
ha puesto sobre la mesa de discusión a la "generación del
merecimiento", formada por jóvenes que pasaron a ser
la cabeza de la jerarquía familiar, de acuerdo con
Marulanda.
"Les enseñamos algo
muy grave a los hijos: su función es recibir y la nuestra, como papás, es
darles. Les enseñamos a recibir, pero no a dar", señala la autora del
libro De la culpa a la calma.
"Estamos viendo una
cantidad de niños malagradecidos, sin entusiasmo, vagos, de todas clases
sociales. Es la generación del merecimiento, la generación de los niños que se
merecen todo. Ellos ya no piden sino que exigen y precisamente por eso, porque
saben que sus “jefes” lo que pidan, se los dan".
'DAME, DAME, DAME'
Independientemente de
estrato social o ubicación geográfica, cada vez se ha vuelto más común ver a
hijos que se quedan con sus padres muchos años después de llegar a la edad
adulta y terminar sus estudios, aprovechando la oportunidad de vivir sin
responsabilidades y sin necesidad de esforzarse.
Jesús Amaya, autor de
diversos títulos como Padres obedientes hijos tiranos, cuenta su charla con una
joven, egresada de universidad, a quién le preguntó a qué se dedicaba. Ella le
respondió que a nada y que vivía mucho mejor sin trabajar.
"Me sorprendió. Me
dijo 'no trabajo, mi papá me da más de lo que puedo ganar'. Pues claro, los
muchachos así jamás van a trabajar.
"Los papás les dan
cada mes cierta cantidad de dinero, pues para qué trabajan, si ganan más con su
papás", afirma el también profesor titular de la Universidad de Monterrey.
Y aunque no todos los
padres pueden dar dinero a sus hijos mensualmente, en cualquier sector
socioeconómico hay papás que despojan a sus hijos de cualquier responsabilidad
al permitirles vivir en el hogar sin aportar nada, sin contribuir a nada,
porque sienten que hasta allá va su tarea como padres.
"Mi muchacho
trabaja, no se ha casado. Es ayudante de mecánico, gana poquito, ¿cómo se lo
voy a quitar? Si él quiere dar, pues que sea de su voluntad", señala un
taxista sobre su hijo de 23 años.
INCULCAR EL ESFUERZO
Los creadores de la
generación del merecimiento, coinciden expertos, son los padres
sobreprotectores que perdieron de vista los valores verdaderamente importantes en
la formación de sus hijos al tratar de evitarles las carencias o las
dificultades que ellos sufrieron de niños o jóvenes.
"Un factor es que
estos adultos, y yo me incluyo entre ellos, vivimos carencias cuando éramos
pequeños o adolescentes, crecimos con muchas responsabilidades y muchas
dificultades, y ahora que soy papá, no quiero que mi hijo sufra eso, que tenga
lo que yo nunca tuve", explica Amaya.
"Es una generación
muy cómoda de muchachos. Viven con pocas carencias y muchas comodidades. No
viven las consecuencias de sus conductas o sus malas decisiones, están
siendo sobreprotegidos, no hay responsabilidades porque quienes dan la cara
siempre por sus errores, son sus padres. Todo esto hace que el muchacho crezca
en un mundo virtual y ficticio".
Un enfoque en el que el
fin es la felicidad y no el resultado de acciones gratificantes, influye
también en la formación de jóvenes que de adultos sólo buscarán la comodidad
con nada o el mínimo esfuerzo, afirma Marulanda.
Así, la generación del
merecimiento son jóvenes que no han madurado y que al sobreprotegerlos se han
quedado como adolescentes permanentes.
ABUELOS OBEDIENTES
Los privilegios se ganan,
no se demandan, afirma Amaya, y uno de los peligros de criar hijos que se
sienten que lo merecen todo, es que pasarán a convertirse en adultos que sólo
toman de su entorno sin dar.
"Cuando es pequeño,
el niño te pide las cosas; cuando es adolescente, te exige las cosas, y cuando
es adulto, te quita todo lo que tengas", afirma el experto.
"Estos muchachos se
sienten con el derecho de todo lo que tengan los papás: su casa, su trabajo,
sus carros. Ellos sienten tener el derecho de tenerlo".
Es por eso que los
expertos exhortan a los papás a que enseñen a sus hijos desde pequeños a
ganarse sus privilegios.
"Estos papás, cuando
sean abuelos, serán abuelos obedientes. Serán unos abuelos que seguirán
manteniendo a los hijos e hijas, a las nueras, a los yernos, a los
nietos", prevé Amaya.
Los Nobles -Javi, Bárbara
y Charlie- no sólo habitan la película de moda, también pueden vivir muy cerca
de ti.
Es cuestión de reglas,
pero recuerda que es necesario, además de las reglas, el ejemplo.
Los expertos Ángela
Marulanda y Jesús Amaya aconsejan a los papás:
- Educar a los hijos desde pequeños.
- Establecer reglas. Los hijos tienen derechos, pero también obligaciones.
- Buscar que los chicos se esfuercen por lo que quieren. Los hará adultos responsables.
- Analizar tus motivaciones, si vas a comprar algo que un hijo te pide. ¿Él debe tener eso para estar a la moda o no ser "menos" que los demás? ¿o realmente lo necesita?
- Estar consciente de que si tus hijos carecen de algo no los "traumarán" para el resto de sus días, más bien, ellos formarán su carácter y sabrán valorar sus posesiones.
- Tener en cuenta que al dar algo especial a tus hijos, ellos deben saber que es una gratificación bien ganada.