• Tienden a ser obedientes, ordenados, poco agresivos, más tímidos, poco tenaces a la hora de perseguir metas.
• Tienden a tener una pobre interiorización de valores morales, orientándose más a los premios y castigos que hacia el significado intrínseco del comportamiento.
• Manifiestan pocas expresiones de afecto con los iguales, siendo poco espontáneos, llegando incluso a tener problemas en establecer estas relaciones.
• Tienen un “lugar de control” externo, baja autoestima y dependencia.
• Tienden a ser poco alegres, coléricos, aprensivos, infelices, fácilmente irritables, y vulnerables a las tensiones.
HIJOS DE PADRES PERMISIVOS
• Tienden a tener problemas para controlar sus impulsos, dificultades para asumir responsabilidades.
• Son inmaduros.
• Tienen bajos niveles de autoestima.
• Tienden a ser más alegres y vitales.
HIJOS DE PADRES DEMOCRATICOS
• Tienden a tener niveles altos de autocontrol y de autoestima.
• Son más capaces de afrontar situaciones nuevas con confianza.
• Son persistentes en las tareas que inician.
• Son interactivos y hábiles en las relaciones con los iguales, independientes y cariñosos.
• Suelen tener valores morales interiorizados.
Encuentre el estilo de paternidad que predomina en usted y las consecuencias que tienen en su hijo, evite ser un padre autoritario o muy permisivo, las actitudes extremas son desfavorables, brinde amor y cariño, pero también normas y disciplina.
• Converse con su niño, explíquele el porqué de las normas y castigos. Haga también que reflexione acerca de su conducta, tomando interés en sus opiniones y tomando decisiones en conjunto.
• Promueva que su niño, sea un ser autónomo y autosuficiente, oriéntelo a encontrar soluciones para resolver sus propio problemas, no lo sobreproteja, prepárelo para enfrentar la vida.